martes, 17 de enero de 2012

La esquizofrenia y la fragilidad mental

“Aunque esto sea locura, hay método en ella”  Shakespeare

La esquizofrenia es un trastorno de afectación de la personalidad que se presenta durante la pubertad; un paciente esquizofrénico es incapaz de establecer, por medio de defensas y adaptaciones maduras, una armonía entre lo que lo rodea y su mente.



Son personas que no lograron desarrollar los procesos necesarios o suficientes para integrar un yo fuerte que les permitiera resolver sus problemas o los conflictos presentes entre sus impulsos, sus aspiraciones y sus acciones. Son por lo regular pacientes que cuentan con una capacidad aunque completa y lista por desarrollarse… defectuosa para adaptarla; es como si tuviesen un programa listo en sus computadoras, pero no la pudieran usar porque no está bien descargada o su propio equipo no la identifica por lo tanto aunque realice sus demás funciones de forma correcta, y tenga un potencial ilimitado, sin esa aplicación su capacidad de respuesta se verá dañada o incluso después de un tiempo lo hará incompatible con el ritmo al que se le quiera imponer , debiendo reiniciar o restaurar esa parte dañada; sin embargo en la personalidad un proceso de restauración ante semejante problema es muy difícil de lograr un funcionamiento efectivo.

Este tipo de pacientes son por lo regular personas inteligentes (y no hablo de un IQ de 120- 140; son “Genios” de 160, 170 o hasta más) que por lo regular ocultan su enfermedad o son tan preparados que logran confundir a un médico en su intento por diagnosticarlos insinuando datos suficientes para algún otro padecimiento o incluso inculpando a los que lo que rodean para que ellos parezcan los enfermos en lugar de él. Tienen una tendencia por mostraste apáticos, algunos son agresivos, con fijaciones infantiles, melancólicos, indolentes, y pueden desarrollar sus ocupaciones pero se vuelven extremadamente apáticos y con el paso del tiempo se tornan asociales; y es donde sobrevienen las ideas maniacas, los trastornos obsesivos, es muy común ver fantasías religiosas o sexuales muy desarrolladas en estos enfermos.  Se vuelven “inactivos mentales” por el hecho de olvidar todo lo aprendido, en una etapa ya avanzada de su enfermedad.

El hecho de que la personalidad se fragmente o se desarrolle en forma adecuada o inadecuada depende de la dotación genética y la constitución, junto con la rápida detección de cualquier alteración en el desarrollo emocional, motriz e intelectual del futuro paciente hacen de este trastorno una enfermedad un poco más fácil de llevar tanto para el paciente como para la familia, amigos, conocidos y en si todos los que la rodean.

En las primeras etapas de la esquizofrenia, las ideas delirantes tienen como función un vano intento de imponer orden en la mente del paciente, al inicio de la presentación son efectivas, pero conforme avanza el tiempo se vuelven un obstáculo para percibir su realidad; al mismo tiempo que sus ideas van tomando parte de su mente, se vuelven hipersensibles y paranoicos, presentan síndromes de persecución, aislamiento progresivo y finalmente ideas suicidas con fines acusatorios o ideas asesinas (como los casos de los que toman un arma o bombas y matan a decenas o hasta miles en un ataque suicida); se tornan peligrosos y a veces intratables o de comportamiento inaceptable, por lo que es necesario que sean internados en un hospital psiquiátrico o simplemente aislados en una habitación acondicionada (esas habitaciones cubiertas o acolchadas).

La familia para ellos es vital y de suma importancia en estos momentos, pero es más importante identificar cómo se desarrolla el niño o adolescente.


RockMaddie

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